jueves, 13 de marzo de 2008

Las vueltas que da la vida

Un amiguete hacía una visita relámpago a Reading hace unos días. Vino a hacer una entrevista de trabajo para un puesto de envergadura en una prestigiosa multinacional.

Da la casualidad de que fue en Reading donde empezó sus andadura internacional seis años con el fin de mejorar su inglés y dar salida a un titulo universitario que era pasaporte de frustación y condiciones laborales precarias en España. Como tantos otros. Con esfuerzo y dedicación fue progresando profesionalmente y acabó dejando estas tierras para emigrar a otras abrazando las oportunidades que se le iban presentando.

Estábamos dando una vuelta por la ciudad, charlando sobre los viejos tiempos, cuando pasamos por un bloque de oficinas y mi amigo recordaba entre risas que allí mismo había empezado su aventura inglesa, responsable de la limpieza del primer piso. También contaba que mientras pasaba el quitapolvos por los escritorios echaba un vistazo a los papeles que había por encima para aprender cómo se redactaba la correspondencia de negocios en inglés.

Este amigo del que hablo me llamó esta tarde para comentarme que le han ofrecido el trabajo al que se presentaba. Olé tus huevos, Juanma.

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