sábado, 3 de noviembre de 2007

Matasanos sin corazón

Contaba la semana pasada que mis experiencias con el servicio de salud británico se reducen a dos: una positiva y otra curiosa. A continuación relato la experiencia “curiosa”.

Concerté cita con el médico de cabecera (médico de familia, GP o general practitioner, en inglés). Los GPs en este país cobran una media de 100.000 libras (150.000 euros), que no es poco por tener que preocuparse de tres catarros, dos diarreas y un embarazo no deseado al día. Una gran proporción de ellos son de origen asiático. Sobra decir que los GPs, aunque se quejen mucho, viven como dios (o como alá, según convenga).

Recordarán que hace un par de meses detuvieron a unos cuantos médicos asiáticos acusados de planear ataques terroristas en el Reino Unido. Todo empezó cuando un par de ellos intentaron atentar contra el aeropuerto de Glasgow con un jeep lleno de explosivos. Entretenido en esos pensamientos, me dirigía a la consulta del GP pensando que uno es muy viajao y no va a caer en el error de juzgar a todos los médicos asiáticos como terroristas, de la misma forma que no todos los vascos levantan piedras ni todos los sicilianos son mafiosos.

- Usted dirá en qué le puedo ayudar – me pregunta mi GP del medio-lejano oriente, con la mejor de sus sonrisas y parte del desayuno todavía incrustado entre los dientes
- Mire señor doctor, esto va a ser breve.
- Dígame, qué le pasa?
- Pasarme, pasarme, lo que se dice pasarme, no me pasa nada.
- En efecto, esto sí que va a ser breve.
- Quiero decir, que ahora que estoy embarazado y voy a ser padre, estaba pensando en hacerme un análisis de sangre para ver qué tal me encuentro.
- Pero usted se encuentra bien?
- Como un toro, señor doctor.
- Y no le duele nada?
- Nada, nada.
- Pues si se encuentra bien y no le duele nada, es mejor no indagar mucho, no vaya a ser que encontremos algo malo. Así que vamos a dejar las cosas tal como están.

Entonces se levanta, me da una palmadita en el hombro, abre la puerta de la consulta y grita: “Siguiente!”

Joder con estos terroristas de bata blanca – pensé estupefacto. Qué poco candor muestran con sus víctimas!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues nada javi, ya sabes, si no te gusta vete a tu pais !!!

Javier dijo...

Pero si me encanta!!