lunes, 12 de noviembre de 2007

Somos cuatro y mal avenidos

Recibo un correo electrónico interno de un extremeño citando a la comunidad española de la empresa a comer juntos en la cantina “para concertar una respuesta común al ataque venezolano a nuestra soberanía”. Vaya chorrada, pienso enseguida, que no puedo perderme por nada en el mundo.

Parece ser que el extremeño se ha alarmado cuando ha visto publicada la trifulca en el
Daily Telegraph. La BBC también se ha hecho eco de la noticia e incluso alega que “por qué no te callas!” es una expresión que, en español, se emplea con “amigos íntimos y con los niños”. Ando buscando el enlace en su página web donde protestar por su interpretación tan peculiar de la expresión.

El “por-qué-no-te-callas” regio sonará muy patriota pero la verdad es que es callejero, chabacano y muy poco soberano. Parece que el juancar es de los que se despierta de la siesta con mal humor. En cambio, si el monarca se hubiera levantado y dicho algo así como “En nombre de todos los españoles no voy a tolerar.…” continúa con algo ininteligible y abandona el conclave, pues olé sus huevos, a hombros por la puerta grande y todos los españoles le estamos pidiendo la oreja (o el rabo, según los gustos).

- Tenemos un conflicto internacional en nuestras manos y hay que decidir la estrategia a seguir porque no estaría bien que cada uno se comporte con Venezuela y los venezolanos de distintas formas - argumenta el organizador de la pantomina.
- Yo no conozco a nadie de Venezuela – dice la de Madrid.
- Cerca mío trabajo un boliviano.
- Y eso qué tiene que ver?
- Ya sé que no es lo mismo, pero están cerca, no?

Vaya panda que nos hemos juntado para dirimir el contencioso. Además del de Extremadura y la de Madrid, hay un catalán, uno de Salamanca, un finlandés-español y el que esto escribe.

- Hay que discutir las sanciones a tomar – sugiere el extremeño muy alterado
- Sanciones ? Qué sanciones??
- Propongo boicotear el certamen de Miss Mundo (siempre lo ganan las venezolanas)
- Eso no, que a mí me gusta seguirlo todos los años. Además, las nuestras, como la selección de fútbol, nunca llegan a la ronda final.
- Entonces boicotearemos las telenovelas.
- Eso, eso, como hasta aquí no llegan!
- Yo mandaría una nota a la Zarzuela quejándonos de la actuación de vuestro rey - razona el de Barcelona.
- Eso lo dices porque tú eres catalán y el rey no te cae bien.
- El catalán es de las provincias rebeldes así que no puede votar en cuestiones de Estado. Y tú que eres vasco, tampoco – me señala el de Salamanca
- Que mi padre sea de Burgos, no es un atenuante? - pregunto.
- Depende de lo que vayas a votar.
- Si el finlandés vota, yo también voto – se anticipa el catalán.

El finlandés ha pasado veinte de sus treinta primaveras en Madrid. Rubio, ojos azules y un acento de Gran Vía esquina con calle de Alcalá que para sí lo quisieran los muy castizos.

- Por qué no te callas? –le responde el finlandés.
- Por qué me voy a callar yo? Ni que fueras el rey.

Y así continuó la discusión; los españoles a la gresca entre nosotros, fiel reflejo de la clase política que nos representa. O viceversa.

Si es que tenemos lo que nos merecemos.


PD. Por cierto, el siguiente video no tiene desperdicio para aquellos que no hayan visto la intervención televisiva de Hugo Chávez explicando a la opinión pública el cambio de horario.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa discusión la teníais que haber tenido al atardecer en un pub irlandés (que es terreno neutral ya que no tienen monarquía, no?) y así aunque no hubíerais sacado nada claro, al menos, habrían caído varias pintas de cerveza. Este bendito país ya tiene otra frase célebre que unir al famoso: QUE SE CALLEN, COÑO! que soltó alguien en un 23-F. La verdad es que a todos les da por hacer callar a la gente.
JORGE

Javier dijo...

Si, al menos hubieramos regado el tema con un poco de cebada.

Hablando del 23F he encontrado una cronica muy maja de aquello:

http://www.noticiasdealava.com/ediciones/2006/02/23/politica/espana-mundo/d23esp28.309363.php