martes, 28 de agosto de 2007

Envidia insana

No era una reunión de antiguos colegas de oficina pero casi. Quedaron bien documentadas en estas páginas las penas del personal en una empresa en venta. Muchos habíamos saltado del barco antes de ser empujados y cada uno había encontrado, con mejor o peor fortuna, un nuevo nidito laboral. Solo faltaba Dave, contable, por dar el pasito hacia delante y ahora nos entretenía con las buenas nuevas.

Entre cerveza y cerveza contaba que le habían ofrecido trabajo en una multinacional de prestigio, el doble de su salario actual y unas perspectivas laborales inmejorables. Que cabrón, pensábamos todos mientras le felicitábamos efusivamente. Además, dice orgulloso, las oficinas está en un edificio modernísimo, a cien metros de la estación de tren con servicio directo desde donde vive. Eso sí que es impagable por estos lares, tal como están de saturadas las carreteras y tan pobres las conexiones del transporte público. Qué cabrón tan afortunado, seguíamos pensando.

- Eso sí que es mala suerte, salta el que estaba más callado. A mí no me gustaría trabajar allí.
- Por qué no? – le preguntó Dave sorprendido. La oportunidad le parecía inmejorable.
- Por las vibraciones.
- No me jodas. Qué vibraciones?
- Las de los trenes pasando. Tú igual no lo notas, son imperceptibles, pero tu organismo sí y acaba destrozándote el sistema nervioso.
- Eso te lo estás inventado.
- Te dicen que no te preocupes, que tal y cual, pero a la larga lo acabas pagando.

Algún otro asentía con la cabeza. Dave se quedó patidifuso. Es un hipocondríaco exagerado y un poco inseguro. Lo que parecía un sueño empezaba a darle pesadillas. “Tengo que llamar a mi novia y contárselo”, se excusó dejándonos por unos minutos.

El resto nos volvimos hacia el incitador.
- Te has pasado un poco, ya sabes cómo es - le convenimos.
- No se merece un trabajo tan bueno. Además, le estamos haciendo un favor. No tiene ni puta idea de contabilidad y lo iba a pasar mal.

Desde luego, la envidia no es sólo patrimonio español.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues si, de envidia esta lleno el mundo, de verdad q paso de malvado ese chico.Muy buenos tus post!!