lunes, 3 de septiembre de 2007

Cánticos vecinales

Hay mucho movimiento en el vecindario. Unos vienen, otros se marchan. Hasta la fecha hemos tenido suerte con nuestros vecinos, aunque apenas nos tratamos con ellos.

Mis vecinos de la derecha son una pareja inglesa, casi en la cuarentena, muy tranquilos. El tiene horario de oficina. Ella, en cambio, va a trabajar cuando el resto empezamos a cenar. Debe ser controladora área nocturna o enfermera de noche o puta. Ya, ya… ya sé que es simplificarlo mucho, pero no caben muchas más posibilidades una vez que se analiza el tejido industrial y de servicios de la zona. Es bastante simpática, así que no creo que sea enfermera.

Hasta hace poco teníamos como vecinos de la izquierda a un viudo con una hija pre-adolescente. Al viudo le gustaba el rock & roll más que a un tonto una piruleta y más de una vez hubo que llamarle la atención porque apenas podía oir mi propia televisión. Ahora acaba de mudarse en su lugar una familia. Por el bigote del padre deben ser indios o paquistaníes. Del lejano oriente. Del ‘más allá’, para entendernos. Hay que tener cuidado con estas cosas, no vayamos a herir sensibilidades. Como ayer, cuando en el trabajo un inglés me presentó a un portugués como “otro paisano español”. El portugués y yo nos quedamos mirando el uno al otro pensando: “le atizas tú o le atizo yo?”

Como decía, hay que distinguir a los de la zona del Indico. A ver si lo logro explicar la diferencia con claridad meridiana. Los británicos estaban de campamento en tierras ajenas y un día se dieron cuenta que de valientes están llenos los cementerios. Entonces, antes de marcharse por las buenas, trazaron una línea en el mapa, dijeron “a este lado los musulmanes (Pakistán) y a este otro lado los hindúes (India)” y se marcharon a casa. Y cuando cerraron la puerta se lió la marimorena y aquellos que estaban en el lado equivocado lo pasaron mal (hasta un millón dicen que murieron). Más tarde siguieron a tortas en Pakistán del Este y estos acabaron llamándose Bangladesh. Hace tres semanas, India y Pakistán celebraron el sesenta aniversario de su independencia del imperio británico.

Ayer estaba viendo la tele cuando se empecé a oir ruidos extraños. Pensaba que había interferencias en el sonido. Le pegué un par de meneos al aparato receptor pero los ruidos continuaban. Salí al jardín y entonces me di cuenta que era la familia de vecinos cantando sus rezos a grito pelado. La madre que los parió. Que vuelva el viudo roquero!

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