martes, 12 de septiembre de 2006

Y llego el aizkolari

Esta tarde se ha procedido a la reunion-funeral del departamento donde trabajo - un funeral un poco atipico porque antes del acto nadie sabia la identidad del difunto (o difuntos). El sumo aizkolari finalmente decidio el tamaño de la tala y el verdugo, obediente, ha procedido con premeditacion, alevosia y “diurnidad”.

En estas ocasiones siempre me viene a la cabeza el chiste del sargento Chusquero y el soldado Ramirez. Resulta que muere la madre del soldado Rodriguez y ningun mando militar se atreve a comunicarle la noticia. Finalmente el sargento Chusquero manda a la tropa a fomar en fila y ordena dar un paso al frente a todos aquellos que tengan madre. Segundos mas tarde el sargento grita: “donde vaaaass Ramirez?”

En fin, diplomacia obliga (especialmente la britanica) y el que hacia de malo-muy-malo en esta pelicula ha comunicado que el departamento se cierra. Solo quedaran dos personas, mientras que el resto – yo incluido – recorreremos un largo proceso de dos meses para finalmente acabar o bien “redeployed” (en otra posicion dentro de la empresa si aquel esta disponible y es acorde con tu experiencia y habilidades) o en la calle.

Como dicen las abuelas: “No hay mal que por bien no venga”.

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