Previendo la cantidad de abusos gastronomicos que rodean la Navidad, una cabra en mi oficina acaba de lanzar el "Christmas Chubby Challenge". Se trata de una especie de juego para incentivar el perder peso. Los participantes se pesan cada semana y por cada pound (0.45 kgs) que han ganado de peso pagan una libra (1.5 euros) en un bote. Quien haya perdido mas peso a finales de Navidad (aquí la Navidad se acaba el 23 de Diciembre) se llevara todo el dinero que haya acumulado en el bote.
La impulsora del proyecto, mujer y coetanea, ha comprado una bascula y una hucha, ha colocado una tabla con los nombres de la mitad del equipo y, ala, todos a pesarse y a apuntarlo. Craso error. Ella ha sido la primera y ha cogido un disgusto de padre y muy señor mio. Inconsolable. Dice haber batido su marca personal (por arriba). A mi me parecia que estaba jamona, en el mejor sentido de la palabra, pero desde hoy, después de haber dado tanto la lata con su peso, he empezado a verla con otros ojos y ahora, de perfil, me parece que tiene mas pliegues que la era cuaternaria.
Y tu, "Hafier", no te pesas? me preguntan curiosos. He hecho la "ronaldonada" y he dicho que no, que no me peso (Ronaldo lleva jugando cuatro años en el Real Madrid y todavia no han conseguido pesarlo). Esto de pesarse en stones (6.35kg) y pounds es ilegal en un pais de la Union Europea - me excuso - y si soy obligado a ello podria sufrir de ansiedad, discriminacion y hasta racismo. O todos nos pesamos en kilogramos o no participo, digo ante las sonrisas condescendientes de los compañeros concursantes. Vaya con el gracioso gordito europeo, me ha parecido que pensaba uno de ellos. El Director de Personal, quien tambien esta en el ajo, se ha tomado mis comentarios en serio, no vaya a ser que meta un paquete a la empresa por culpa del jueguecito. A partir de hoy voy a traer pasteles a la oficina todos los dias.
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