viernes, 22 de diciembre de 2006

Feliz Navidad!

Ultimo día de trabajo (por decir algo) del año y aquí no está pegando un palo al agua ni la puerta giratoria de la entrada. Este suele ser el día elegido por los jefes para hacer un regalito a sus sufridos súbditos. Yo acabo de encontrar en mi mesa una botella de vino tinto con tapón de plástico a rosca y una tarjeta navideña cristiana deseándome “best of luck for next year”. Qué sentido del humor más fino tiene la jodida. En otras mesas hay botellas de champage francés en cajas doradas. Creo que nosotros tenemos el jefe equivocado.

La niebla lleva envolviéndonos unos cuantos días y ha provocado el caos en los aeropuertos, especialmente en Heathrow. Resulta dífícil creer que el tercer aeropuerto con más tráfico de pasajeros del mundo tenga que cancelar todos los vuelos domésticos y algunos internacionales porque no se pueden ver dos en un burro. Justo días después de que el gobierno británico confirme que no va a invertir mucho más en el sistema ferroviario.

Nosotros volamos desde Stansted mañana y parece que allá lejos, donde cristo perdió el mechero, no hay mayores problemas. Ya puede ser así porque no tenemos planes de contingencia y la poca comida que hay está en el congelador.

Feliz Navidad a todos y que el Nuevo Año nos traiga salud, que lo demás ya iremos trabajándolo.

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