viernes, 15 de diciembre de 2006

Predecibles

El día a día en el Reino Unido es bastante predecible y el británico, en general, se recrea solaz en la rutina. Algunos llamarán a eso aburrimiento, otros suspirarían por disfrutar de una jornada sin sobresaltos.

En los países del tercer mundo (Senegal) amanece, que no es poco. En el segundo mundo (Marruecos), cada día depara sorpresas diferentes y es mejor ir con el cuchillo entre los dientes. En los países desarrolladitos (España) todavía hay graciosos y listillos que te la pueden liar en un periquete. En países como Inglaterra casi todo está reglamentado, los derechos y deberes son meridianamente claros y normalmente uno sabe lo que le espera a la vuelta de la esquina (hay excepciones, claro está).

Aquí, te roza un viadante y se disculpa en seguida; entras a una tienda y no te sales del guión “can I help, yes please, certainly madam, it’s 30 pounds thank-you, you-are-welcome”; viajas en un vagón a solas con alguien y no intercambias más que dos frases de cortesía “it is hot in here, isn’t it?” y poco más, no vaya a ser que coja confianza y te dé el viaje. Y la vida sigue como en un guión estructurado en el que uno toma regocijo.

Luego pasa lo que pasa, que un inglés baja en el ascensor de un hotel en Benidorm y al salir sale indignado porque le han metido los codos en las costillas y allí nadie ha dicho “I’m sorry”. Luego le sirven una paella, los ojos del langostino mirandole fijamente, y se le pasa el apetito. Se va de safari a Kenia y, cuando se le arrima un felino, está buscando la señal de salida en vez de apresurarse y subir a un árbol.

Pero lo predecible tiene sus cosas buenas. Por ejemplo, si se quema un cajero automático o un contenedor de basura o se roba a una viejecita, en estos lares no para nadie hasta que ponen a “
los chicos de la gasolina” o al caco en frente de un juez. Si hay un padre con una copa de más dándole un meneo a su hijo ya hay tres vecinos llamando a la policía. Y así, un largo etcétera.

Me va gustando cada vez más lo predecible. Será que uno se está volviendo mayor?

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