jueves, 25 de enero de 2007

Copitos de nieve

Este país es un cachondeo cuando pasa algo relativamente anormal. Les pilla a todos fuera de juego. Ayer nos levantamos para descubrir que había nevado durante la noche (en el sur de Inglaterra raramente nieva). Vino el caos. Coches en las cunetas, retrasos en los trenes, colegios que cierran. Hasta el metro de Londres - tambien llamado “underground” (subterráneo) - experimentó problemas por la nieve. “Somos un país patético” – decía un colega de trabajo ayer. Tú lo has dicho, no yo.

Lo de los trenes no tiene nombre. Se retrasan en todas las estaciones del año. En otoño porque las hojas han caido sobre las vías y la distancia de frenado tiene que ser mayor; en invierno porque hace frío y las “condiciones son difíciles”, en verano las vías se dilatan, y en privamera… no recuerdo muy bien la excusa pero o bien la sangre del conductor se altera o bien no tenemos primavera.

Esta tarde volamos hacia Sierra Nevada para pasar un largo fin de semana esquiando. Bueno, eso es un decir porque mi única experiencia en esto del esquí es un breve escarceo el año pasado en la misma estación y los vagos recuerdos de cuando era chaval y me deslizaba sobre un saco de plástico en los minúsculos montículos de las eras de Rebollar de Ebro. Y recuerdo entonces que iba acojonado. En fin, contento si vuelvo de un pieza.

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