Herir o matar a un cisne supone una multa de 7.500 euros o seis meses de cárcel. En Scotland Yard están preocupados porque dicen que la población de cisnes está dismuyendo rápidamente. Hace poco pillaron a unos refugiados (asylum seakers) asando un par esas criaturas al fuego de una barbacoa y ha cundido la alarma. Si es por hambre, qué más dará dos cines más que menos.
La oficina donde trabajaba está a orillas del Támesis en Reading. Hace unos días un botecillo perdía aceite (en el buen sentido de la expresión), contaminando las aguas del río y afectando a algunos cisnes, cuyo pelaje se notaba ligeramente ennegrecido. La cuestión era menor, sin alcanzar las proporciones del Prestige. Sin embargo apareció la policía, equipos de rescate, land-rovers… la de dios, vamos. Un poco más lejos, en tierra firme, varios vagabundos pueblan los bajos de un puente porque no tienen donde caerse muertos. Parece ser que ellos no son propiedad de la Reina.
2 comentarios:
Tio! Que te has hecho la lia un picho en tu dia 4 de vacaciones. Que Gaudí de pintar i Cadaqués poco (aunque muerto está). Però bueno, te ha quedado surrealista, así en plan Dalí ;)
Esto de culturizarse a ritmo 'expres' no puede ser bueno, digo.
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