miércoles, 18 de octubre de 2006

Sangre latina

Estoy leyendo un libro que describe la “Englishness” y se me ocurre que falta un apendice sobre su impacto en el comportamiendo de un español o, por extension, en un latino. Por estos lares, una de las cosas que llaman mas la atencion es el transcurso desapasionado de las reuniones de trabajo. Las discusiones son respetuosas; ni una palabra mas alta que otra, el civismo impera, se intenta seguir escrupulosamente la agenda, el humor se esconde en fina ironia y “understatements”…

Para el observador neutral es entonces facil identificar quien de los presentes en una reunion ‘inglesa’ viene de la tierra de Cervantes. A riesgo de generalizar, los sintomas son los siguientes:
  • Continencia verbal. En Inglaterra, uno aprende en seguida a no interrumpir – gran mania latina. El españolito es un manojo de espasmos y muecas, arruga el morro, se muerde el labio, mira al techo luego al vacio… apenas contenido para no interrumpir.
  • Explosion. Al final interrumpe. Es inevitable. Un silencio de dos segundos abre la veda. Hablamos y se nos ve hasta la campanilla – dicen que un ingles cuando habla no se le ve la lengua; a nosotros hasta los intestinos. Gesticulamos; los brazos se mueven en todas las direcciones, lo que provoca cierta alarma entre los mas cercanos y algo de brisa para el resto. Por nuestro tono parece que estamos enfadados pero es simplemente un deseo de inyectar sangre.
  • Desenlace. Se cierra la session y el ibero se levanta de la mesa como un resorte, comedidamente indignado, moviendo la cabeza en negacion y normalmente murmurando: “Ni idea, estos no tienen ni p*** idea…Vaya perdida de tiempo”.

Y no es por experiencia propia...

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