lunes, 2 de octubre de 2006

Bangkok en un periquete

Escribo desde Bangkok, a donde llegamos hace un par de dias con el culo plano de tanto viaje. Decepcion al llegar puesto que no se avistaron tanques por ningun lado. con todo. En dos dias ya lo hemos visto todo y yo ya estoy cansado y semi-cabreado con el itinerario impuesto: una es planificador y detallista; el otro confia en el azar y donde le lleve el viento... adivinen quien saco el doctorado. Donde hay capitan no manda marinero - murmullo.

Hoy la ciudad entera parece un equipo de futbol del Vaticano. La mayoria de los locales van de amarillo; el rey (60 añitos del ala en el poder) nacio un lunes y ese es su color preferido. No se cual sera el color de nuestro
borbon preferido pero yo me he vestido de azul que combina con todo.

Dicen que los tailandeses son personas simpaticas, aunque eso debe ser porque te ven como un dolar andante. Ademas de media Newcastle visitando la fauna local, tambien hay mucho turista vecino: Malasia, Taiwan, Indonesia... que se confunden con los locales.. Oye, yo creo que todos vienen de la misma madre, por mucha placa tectonica que haya.

Aqui hay budas por todas partes y uno corre el riesgo de mosquearlos a todos: que si te tienes que quitar el calzado, que si no puedes verlos vistiendo los hombros al aire o con pantalones cortos, que si tus pies no deben apuntarle... Como llame a los de
Monty Phyton se van a enteran.
En fin, se confirman las historias y esto es un bazar gigante de dia y un gran puti-club de noche, ambos aspectos contraindicados para el feliz hombre casado. Mañana escapamos al norte del pais, que nos esperan los elefantes.

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