lunes, 12 de febrero de 2007

Sobre otros sujeta-puertas

El gallego-cordobés y un servidor salimos del gimnasio el sábado a media tarde y decidimos ir a hidratarnos rápidamente, que es lo que recomiendan los expertos después de haber practicado un trote cochinero durante media hora mientras veíamos el partido de fútbol en el canal de pago que no tenemos en casa. Y qué mejor hidratación que una pinta de cerveza antes que agua, que es para las ranas y los peces que nadan bien, y además no sabe a nada.

Paramos a repostar en un garito desconocido para mí, el Jazz Café, un local enclavado en el Madjeski Stadium (el estadio de fútbol del Reading CF), y por ende, de buena reputación. El local estaba prácticamente desierto, recién abierto. Nos recibe un negrito en la puerta, un Eddie Murphy pero más esmirriado:
- Vosotros sois los músicos? – nos pregunta
- Pues no – respodemos sorprendidos. "Que Dios te conserve el oido porque la vista ya la has perdido" pensaba yo para mis adentros. Queríamos entrar a tomar una cerveza - añado.
- Esperad un momento – y desaparece detrás de una puerta “para preguntar”.
En el norte de este país dirían muy sutilmente que el tipo era “a sandwich short of a picnic” (un picnic escaso de sandwiches) y en el sur que“the lift does not get to the top” (el ascensor no le subía hasta la cabeza). O sea, que no era el más listo del lugar, precisamente.
Así que esperamos para ver qué excusa del catálogo se sacaba de la chistera para no dejarnos entrar.
- Son 5 libras (7 euros) por cabeza por entrar – dice el mandado al volver. Diez libras que, por supuesto, irían directamente a su bolsillo.
- Pero vamos a ver… replicamos al unísono en plan Faemino y Cansado. Y ahí caemos en el error de intentar hacer entrar en razón a un portero de club, un esfuerzo baladí.
Aparece otro negro, este ya más corpulento, y señalando a Diego, espeta:
- Tu no puedes entrar, que llevas camiseta.
Esta es la segunda excusa más popular. Y si no, es que llevas zapatillas, o vaqueros, o sois dos varones juntos y mejor que vengais mezclados porque si no estais buscando pelea, o te piden el DNI que nadie lleva encima, o no estas en la lista de invitados, etc. etc. etc. Porca miseria.

Entonces vacilamos por un segundo entre mentar a su madre y meternos en problemas o hacerle la cruz al sitio y no aparecer nunca más. Esto último hicimos, que ninguno de los dos somos muy veloces en las distancias cortas, y nos fuimos con la música a otra parte.

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