viernes, 16 de marzo de 2007

Relojes de mesa

Ayer celebramos el fórum bi-mensual de nuestro departamento. El fórum es una sucesión de presentaciones durante tres horas que congrega a unas veinticinco personas. Cada fórum es presidido por una pesona diferente. Algunos pensarán que asumir la presidencia de tan magnífico evento es un honor. Craso error. El evento vale poco, es un auténtico coñazo, y siempre buscan a un tonto para endiñarle el marrón. Entonces fue cuando me metieron en escena.

La cuestión de colgarle el muerto a un tonto (a un presunto tonto, en este caso, si me lo permiten) no es menor. Si a uno le dieran a elegir entre un tonto o un hijoputa, la elección correcta probablemente sería éste último porque al menos ya sabes de qué pie cojea. El tonto, en cambio, es un peligro andante porque nunca sabes muy bien por dónde te va a salir. Y este fue el caso de ayer. El (presunto) tonto, o sea, yo, se tomó el papel de presidente del fórum muy en serio e hizo sufrir a más de uno.

Tradicionalmente, la gente se suele pasar la agenda del fórum por el forro de los cojones y aquellos que tiene diez minutos para hablar acaban ocupando media hora. Al final, terminamos a las tantas medio adormilados de tanto tostón. En esta ocasión, lo que nadie esperaba era que el presidente apereciese con un reloj de arena. Hacer, lo que se dice hacer, hice poco. Y lo poco que hice fue por omisión. Concedía la palabra a un colega para que comenzara su presentación, daba la vuelta al reloj de arena y advertía que tenían de tiempo hasta cuando acabase de caer el último granito. Hubo colegas que lo pasaron realmente mal, hipnotizados por el instrumento, más pendiente de cuánta arena quedaba en el reloj de arena que de su propia presentación. La audiencia tambien acabó más entretenda mirando el relojito de marras que atendiendo lo que realmente se hablaba.

Como consecuencia, terminamos a la hora prevista y, aún despiertos, nos fuimos a tomar una cerveza a un pub irlandés como es tradición después de estas largas reuniones. Con el presidente del fórum a la cabeza, claro está.

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