miércoles, 21 de marzo de 2007

Solidaridad

El viajero ocasional al Reino Unido habrá observado con curiosidad la gran cantidad de “tiendas de caridad” (charity shops) que pueblan cualquier núcleo urbano de este islote. Impresionante. La mayoría pertenecen a ONGs que amparan a innumerables grupos de afligidos (cáncer, tercera edad, enfermedades mentales, tercer mundo...) y se nutren de artículos de segunda mano que el público dona y que luego se revenden a un precio muy reducido. Los artículos más comunes son ropa, libros, objetos decorativos y videos, por ese orden.

Hay campañas solidarias regulares y también hay iniciativas puntuales que se anuncian a bombo y platillo, como la de
Comic Relief que se celebró la semana pasada. Famosos aparecen en programas de televisión y radio, se organizan concursos, etc. destinados a recaudar dinero para mejorar las condiciones de vida de varios paises africanos. Las empresas y sus empleados tambien participaron de esa campaña. Un par de ejemplos. Una de mis compañeras cocinó varias tartas y vendió las porciones en la oficina por 0.75 euros. Otros equipos pusieron en práctica diferentes ideas para recaudar dinero. Al final de la semana la empresa donó la misma cantidad recaudada por la suma de las distintas iniciativas. En otro caso, una empresa de telecomunicaciones instaló una consola de videojuegos en su recepción y los empleados podían jugar pagando una cantidad simbólica cada vez.

Son tambien muchos los esfuerzos solidarios indiviuales. Un colega va a cruzar andando el desierto del Sahara con el objetivo de recaudar 2.000 euros para una asociación de leukemia. Hasta el momento una de las iniciativas personales que más me ha llamado la atención fue la de aquel otro colega bastante obeso que se puso a hacer dieta por un mes. Nos propuso que cada uno voluntariamente fijase una cantidad que donaríamos por cada kilo de peso que él bajase. Unos le ofrecieron cinco euros por kilo, otros diez, otros dos, etc. Lo recaudado iría a parar a un hospital de niños. El tuvo la motivación de adelgazar para una buena causa, además de su propia salud. Bajó 7 kilos y recaudó unos 400 euros.

Granito a granito, todo ayuda.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Se me ocurre que podíais hacer una subasta por el "patito del 55" y así matais 2 "patos" de un tiro: aportáis algunos chelines a alguna ONG pro-animales y os quitais de un plumazo al animalito de la oficina. JE,JE.
JORGE

Javier dijo...

Oye, pues no es mala idea, de verdad. Ya te contare!