martes, 24 de abril de 2007

Aquí la autoridad

Es interesante comprobar cómo las fuerzas de seguridad de distintos países ejecutan su autoridad. El asunto estuvo aquí de actualidad hace un par de semanas después de que las policías italiana y española redujeran sin contemplaciones a grupos de exaltados aficionados ingleses en estadios de futbol de Roma y Sevilla. Los medios locales acusaron a las policías mediterráneos de emplear excesiva e indiscriminada fuerza para reducir a cuatro imbéciles.

Un alto mandatario del fútbol europeo decía que se debería aprender algo de la policía inglesa, quien tras varias tragedias y mucha violencia, ha tardado más de veinticinco años en prevenir y reducir los altercados entre las hinchadas inglesas. Es una sugerencia sensata, me parece. Yo voy también a poner mi granito de arena y propongo que los árbitros de fútbol españoles aprendan algo de los árbitros ingleses cuando ejercen su autoridad. Vaya chorrada, dirán algunos. Me explico a continuación e ilustro la comparación con un par de fotografías.

Los árbitros ingleses suelen mostrar la cartulina, sea amarilla o roja, con el brazo izquierdo ligeramente flexionado, después de anotar los datos del jugador amonestado y así dejar pasar unos segundos para que los ánimos se templen. Independientemente de la justicia del castigo, se aprecia respeto mutuo. Es una relación de adulto a adulto.


Los árbitros españoles (y de otras muchas nacionalidades) lo hacen con el brazo derecho totalmente extendido, inmediatamente después de cometerse la infracción y con cara de mala uva. Es agresivo. “Te vas a enterar quién manda aquí” parecen decir. Relación padre – niño, lo llaman los estudiosos. Y a partir de ahí, se monta la gresca.

Pequeños detalles pueden hacer una gran diferencia.

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