martes, 10 de abril de 2007

Hagan juego, señores (primera parte)

Quería reunirme con una colega para trabajar en un proyecto pero ella me ha pedido aplazar la reunión para dentro de media hora. “Es que la carrera empieza en cinco minutos”, me ha dicho. “La carrera? Qué carrera?” “La de caballos, la cuarta, a las 13:35 en Sheffield”. Dice que le han pegado un chivatazo, tiene apostadas unas libras y quiere seguir la carrera por internet. No doy crédito a mis oidos.

Este es el país de las apuestas. Aquí se cruzan apuestas por las cuestiones más diversas e inimaginables, no solamente las deportivas. Se apuesta si va a nevar el día de Navidad, si el nudista más famoso del país va a interrumpir la final de tenis de Wimbledon, sobre quién es el padre genético del hijo de Elizabeth Hurley, etc. Todo es apostable.

Un ejemplo más. Se está celebrando en Jamaica el Mundial de Cricket – fascinante deporte sobre el que hablaré otro día. El entrenador de la selección de Pakistán fue hallado muerto en la habitación del hotel horas después de que su equipo perdiera, sorprendentemente, contra Irlanda. Mis compañeros se enzarzaron en un acalorado debate sobre, no quién ganará el mundial si no, quién mató al pobre entrenador. Las sospechas de algunos de mis colegas recaen sobre el mismo equipo pakistaní así que se cruzaron varias apuestas (en dinero, no en especies!) y cada día siguen las ruedas de prensa de la policía jamaicana para conocer la evolución de la investigación.Ver para creer.

Tengo que confesar que yo tampoco soy ajeno a todo esto. Aún recuerdo con hilaridad la madre de todas las apuestas en la que participé hace tres años, cuando trabajaba en la anterior empresa.

Esta era una compañía mediana (120 empleados), muy inglesa, que tenía contratada a tiempo parcial a una mujer menuda, de sesenta años largos y malas pulgas. Era la “tea lady”, la señora que personalmente preparaba el té (o café) a las 14:30 en punto a todos los empleados. Tras más de treinta y cinco abnegados años de servicio, la mujer decidió retirarse. Entonces empezaron las apuestas.

Mañana sigo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Otra prueba de apuestas inglesas descabelladas:
http://www.elpais.com/articulo/gente/apostarias/viviras/anos/elpepugen/20070424elpepuage_10/Tes

Saludos.

Javier dijo...

Hay que estar un poco chalao, la verdad, para pensar en este tipo de cosas!